miércoles, 30 de septiembre de 2009

Una buena

Me volvieron las ganas de leer.

Durante años, supongo que gracias a las lecturas obligatorias de la Universidad y todo ese cuento de la pirámide invertida y el discurso informativo blablablá, había perdido los deseos de agarrar un buen libro y quemarme las pestañas repasando sus páginas.

Dioses, no recuerdo la última vez que me maravillé con el olor de un libro viejo. Creo que fue en primer año de U.

Supongo que es un signo de que las cosas comienzan a mejorar.

Espero que sea un signo de que las cosas comienzan a mejorar.

Han sido años de tropiezos, frustraciones, llantos e impotencia. Pero ahora todo eso puede cambiar.

Mi único problema ahora es que de tanto estar en el computador se me cansa la vista rapidito, así que antes de pasar por una librería a escoger un buen texto para leer, voy a pasar a un oftalmólogo que me recete unos buenos lentes para descansar.

Me pregunto qué eligiré, ¿será Asimov? ¿será Pearl S. Buck? ¿será García Márquez o Galeano? ¿un autor nuevo quizás? ¿un ensayo, una novela?

Recibo sugerencias :)

martes, 22 de septiembre de 2009

Ojos de infancia

Preparándome para salir, superviso a mis sobrinas de tiernos seis años mientras terminan su almuerzo.
Una de ellas me mira y me dice:
Nadia, ¿Por qué cuando tú sales y te vistes tan bonita te pones cosas lindas?... ¿Es porque quieres ser modelo?

Y se me fue a la cresta la parada de tía severa.

lunes, 14 de septiembre de 2009

A mí me hicieron a la antigua

Cada día me convenzo más de ello.

Prueba nº1:
El otro día se subió un par de viejitos al metro, y luego de que les dieran el asiento le andaban ofreciendo a la gente llevarle el bolso para ayudarles en algo y me sonreí al ver que alguien todavía mantiene esa costumbre que me inculcaron mis mayores cuando pequeña... "ya no los hacen como antes", me dije un poco desilusionada mirando a un par de idiotas ensimismados, sentados sin importarle los demás.


Prueba nº2:
Esta tarde, supongo que gracias a la folclorosidad* que brota en estas fechas, se subió a la micro un viejito con un acordeón a tocar mil temas del año de la pera, entre tangos, cuecas y cuánto ritmo que no alcancé a reconocer, sin repetir ni equivocarse. No pude no aplaudir, ya que apenas teníamos monedas para darle y en realidad, su aporte fue mucho mayor y más agradecido por mi persona que los 'artichantas'** que se suben a destrozar un par de canciones y después exigen 'un apoyo a los artistas nacionales'...


Ah.
Esas cosas me hacen creer que nací en la época equivocada, y me transportan a tiempos y cosas que no conocí. Es como soñar despierta. Es casi como volar.


*: Sí, inventé una nueva palabra y qué...
**: Corrijo, dos palabras... y qué...

viernes, 11 de septiembre de 2009

No me la va a ganar

Jueves, acabo de almorzar y salgo camino al trabajo. Me subo al vagón y de pronto me invade una extraña incomodidad, que le aquejo a mis ganas de llegar pronto al trabajo, a pesar de que no voy atrasada.

Me bajo en la combinación para seguir con las 10 estaciones que me faltan en la otra línea cuando se me ocurre mirar la hora. Mi celular no está, me lo quitaron probablemente en el mar de gente que siempre hay en la estación de combinación.

No importa, es sabido que en esta época hay que tener más cuidado porque de alguna forma los delincuentes se tienen que hacer las monedas para ir a las fondas en fiestas patrias.

Luego de avisar a los seres importantes que perdí mi celular y bloquear el chip, me pongo a trabajar, feliz porque a la tarde me junto con una amiga a tomar un rico café. La tarde transcurre rápido y sin problemas hasta poco antes de mi hora de salida.

Se me pegó el sistema y por suerte alcanzo a recuperar mi último trabajo antes de tener que reiniciar.

Pero eso no sirve y estoy (estamos) un buen rato tratando de hacerlo funcionar. Al final, me rindo y me voy a mi junta. En el ascensor pienso que cualquier otro día esas dos cosas me hubiesen puesto de mal humor, pero no hoy. Parece que he cambiado.

Paradero, la micro se pasó pero igual paró porque tenía semáforo rojo. Corro y pongo mi mejor cara de buenita, el chofer abre las puertas, agradezco y voy a pagar... No tengo plata en el pase, demonios!

Busco mis bips de emergencia, rezando porque alguna tenga saldo o por lo menos hacer tiempo para que la micro me acerque al lugar de reunión, caminar menos cuadras. Bip! uf... voy por el pasillo pensando 'qué día raro...' y aparece en mi mente el lema: No me la va a ganar! y para obligarme a ello miro por la ventana buscando algo que refuerce mi idea, y he ahí un árbol lleno de flores que no alcanzo a distinguir. Sonrío, nada me detendrá.

Bajo de la micro y veo a la señora de los aros. Paso a comprarle dos pares, como ya es mi costumbre, me encamino al lugar de mi cita pensando que si le sonríes a la vida al menos no te pegará de vuelta... Semáforo: verde.

Cruzo la calle pendiente de que la luz no vaya a cambiar, me quedan un par de pasos y la luz pestañea una vez (WTF!!!) y cambia a roja. Los autos a mi lado rugen y debo correr a la otra acera, donde siento la ráfaga de viento de los autos acelerando rozar mi cuerpo. Asustada, me repito que nada pasará. Debe ser sólo coincidencia. Y de no serlo, NO ME LA VA A GANAR!

La reunión transcurre sin más incidentes, y cuando nos echan de la cafetería salimos a caminar, la noche está agradable. Nos despedimos en un metro, me pongo los audífonos y subo al carro, pensando que, irónicamente, si alguien intentara asaltarme no tendría mucho más que el pendrive para entregarle, pero ni loca porque me aburre el metro sin mi música.

Hago la combinación a casa y en mi carro se sube un grupo de huasos borrachos, que empiezan a hacer numeritos de curados que hacen reír a algunos hasta que deciden ponerse choros y se ponen a molestar a la gente...

Ok, me digo, apenas me baje voy a llamar a casa para que Daniel venga a buscarme a la estación, esto ya es mucho... demasiadas advertencias en el camino. E insisto: Día del mal, NO ME LA VAS A GANAR!!!

Salgo del metro, no veo nada malo y decido salir... la pienso de nuevo, de pronto me doy cuenta que todo el día he sentido un nudo en el estómago que aún no se ha ido y voy al teléfono público, que para más remate me cobró $500 por una mísera llamada a un teléfono fijo. Es todo. Díganme neurótica, pero ese día algo raro debió pasar. Pero no me la ganó.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Si él lo dice...

-¿Sabes lo que me dijo Pancho de ti?
-No, no sé... ¿qué te dijo Pancho de mí?
-Le caíste bien.
-¿En serio?... (Cara de genuino asombro)
-Sí. Dijo que eres una niña linda
-Yaaaaaaa...
-Sí. Y que le caíste bien porque eres mimosa, eres alegre, eres inteligente, eres cariñosa, eres simpática y independiente.
-¿Todo eso? Vaya, por qué será que la gente se suele hacer una primera impresión errada de mí (risa)
-No amor. Dijo que le gustaste porque eras lo que yo necesito y más encima me quieres. Sí, dijo que eres una niña que bien podría estar sola sin problemas, valértelas por ti misma y que, en vez de eso, me elegiste a mí.
-...
-Que estás conmigo porque quieres y no porque lo necesites, porque me amas, y a Pancho le caíste bien por eso.
-Mira tú









¿Por qué será que siempre me roban la forma precisa de decir las cosas lindas?

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Keep in touch!

Me han llegado tres correos en menos de una semana de conocidos y amigos pidiéndome que me cree una cuenta en Twitter "para que estemos en contacto"...

Lamento decirles, muchachos, que no lo conseguirán. Ya me cuesta trabajo, tiempo y horas de preciado sueño revisar mis correos, facebook (para puro eliminar solicitudes y ocultar tests) y demases para además tener que andar actualizando algo para que USTEDES se sientan en contacto conmigo. Nopes.

Yo soy más de la vieja escuela, vieron? No me gusta tener conversaciones trascendentales por MSN, prefiero ver la cara de mi interlocutor ante una buena taza de café. Necesito el contacto humano, esto de las relaciones cibernéticas ayuda pero no es lo único que existe ni debiera reemplazar una buena caminata por el centro conversando.

Por eso, chicos, si quieren invitarme un café o pedirme que los compañe a buscarle un regalo a la novia, la mamá, etc... yo feliz me hago el tiempo, si mal que mal igual se les extraña. Pero eso de Twitter, no.

Ya me hice un Facebook por exactamente las mismas razones, y me cansé de enviar mensajes y escribir en los muros de los demás "y cuándo nos juntamos???".

Si querer mantener el contacto no es tan difícil, sólo se trata de llamar y preguntar cómo estás de vez en cuando.



PS: Huggbees! (A menos que alguna vez hayan visto Fenomenoide, no hagan caso :P)